Noche de excesos


Ayer se celebró la Noche Cultural en Reykjavík, coincidiendo con el aniversario de la fundación de la capital de Islandia. Durante todo el día, los islandeses se agolparon en el centro de la ciudad, bien en los numerosos actos culturales de museos y teatros, bien en las calles, donde hubo varias interpretaciones de «actores callejeros». Tuve la oportunidad de ver la ciudad más llena que nunca de gente. Hacia las 12 de la mañana, me dirigí con Sif, una de las chicas de la casa en la que estoy, al centro de Reykjavík y allí fuimos en busca de algo interesante que hacer. Bailarinas de vientre, de flamenco, un mercadillo de verdura y de ropa de segunda mano dieron vida a una mañana de sábado estupenda en cuanto al tiempo, ya que lucía un sol que, aunque no calentaba como el de Madrid en verano, sí permitió adornar el día de festejos.

Pero los excesos llegaron por la noche. Hacia las 10, tras haber descansado un poco y cenado (una cena a las 7 de la tarde), fui con Sif de nuevo al centro de la capital, donde los bares y discotecas ya estaban repletos de gente con alcohol en las venas. Entramos en un bar que habían inaugurado hace poco, Organ, donde iban a tocar dos grupos bastante famosos: Skátar, de música rock alternativa y Ultra Mega Technobandið Stefán (La banda ultra mega techno Stefán), de punk electrónico (o algo parecido). Con una cerveza de 500 coronas en la mano (unos 6 euros, un pastón para el vaso que me dieron), bailamos al ritmo del primer grupo masculino, que ya había empezado a encender la pasión de la gente. Pero fue después, con la segunda banda, cuando la locura se adueñó del bar. El grupo, formado por cuatro chicos que ni siquiera tendrían la edad legal para beber en Islandia (20 años), no paró de animar a otro tanto grupito de adolescentes que brincaban y saltaban dándose cabezazos, empujones y patadas. Yo me mantuve al margen de este «rollo» (estaré ya demasiado vieja o tengo demasiado sentido común) y vi cómo una amiga del grupo de Sif era arrollada por varios chicos. Resultado: un huevo en la cabeza espectacular. La chica fue directa al hospital, y entre la bebida y el golpetazo, no sabía ya ni dónde estaba ni qué se celebraba. 

Noche Cultural

El centro, repleto

Yo, en el centro

~ por Alda Ólafsson en 19 agosto, 2007.

3 respuestas to “Noche de excesos”

  1. Sobrina una pagina muy chula…este diario en plan reportera me gusta mucho, seguiré el desarrolló de tus eventos…un beso desde Madrid.

  2. Tío, me alegra que te guste. Como ves, ni en vacaciones puedo renunciar a mi vena periodística… Un beso!

  3. […] Cerca de 100.000 mensajes de gente de todo el mundo rodearán la torre. Los mensajes serán se meterán en pequeñas cápsulas que se enterrarán cerca del faro “como semillas para que florezca la paz”. En un principio, el faro se encenderá el 9 de octubre y la luz se mantendrá encendida hasta el 8 de diciembre, fecha en que el cantante murió. La torre también se iluminará en la víspera de año nuevo, durante una semana en primavera y en algunas ocasiones especiales, como durante la Noche Cultural de Reykjavík (Menningarnótt). […]

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