Pie izquierdo

Hoy me he levantado con el pie izquierdo. Nada más despertarme, un picor enorme en un ojo me ha hecho rascarme y rascarme, hasta que me lo he puesto como una bola de ping-pong. Así que de esa guisa me he ido a la Radio en mi primer día de trabajo, pero la cosa no ha acabado ahí porque el hombre con el que había quedado hasta las 8:30 (el director de los informativos de la radio, el mismo que me tenía que decir qué es lo que iba a hacer) no ha aparecido hasta las 11:00 (!!!). Entretanto, me ha dado tiempo a leerme todos los periódicos del día y a observar con detalle el funcionamiento de la redacción.

Lo primero que me ha llamado la atención es el silencio absoluto que reinaba entre los allí presentes. Hasta donde yo sé, una redacción de noticias se caracteriza básicamente por un bullicio constante, un ir y venir de gente mientras el sonido incesante y molesto de los teléfonos no invita precisamente a la concentración. Nada que ver con la redacción de noticias de la Radio Nacional de Islandia, cuyo ambiente se parece más al de una biblioteca (sí, sí, tal y como lo cuento). En vez de chillar, susurran. En vez de llamarse a gritos entre secciones, pierden el tiempo levantándose; tan correcto como irreal. Valga como prueba la foto que incluyo en este «post», que bien podría titularse «Hora punta en la redacción de la Radio Nacional de Islandia». Y cómo no, para luchar contra el adormilamiento general que crea tanto silencio, los redactores beben un café tras otro. De hecho, lo que más interrumpía esta mañana la calma, era el tronar constante de la cafetera.

Así que este lunes ha comenzado de una forma bastante rara. Por fin he conseguido hablar con el director de informativos, que se apresuró en buscarme un ordenador y me habló sobre el funcionamiento de la radio. La redacción consta de 30 personas y se está trabajando en digitalizar todos los contenidos que emite, algo que sorprendentemente no ha hecho todavía. No sé muy bien lo que voy a hacer allí estas dos semanas, supongo que intentaré redactar algo, pero básicamente aprenderé cómo funciona todo ello.

Ahora estoy en casa. He comido una ensalada en el centro con mi padre y luego me ha llevado de paseo en un coche que su prima Katla le ha prestado, un jeep enorme muy a la islandesa. Ahora descansaré y tal vez salga a dar una vuelta. Por lo menos el ojo ya lo tengo mejor; estoy segura de que tengo alergia al gato, y por eso, he cerrado la puerta a cal y canto para que no entre mientras yo esté dentro.

~ por Alda Ólafsson en 20 agosto, 2007.