El mensaje de Obama


La victoria del demócrata Barack Obama en las elecciones presidenciales del 4-N ha supuesto un nuevo mensaje para todo el mundo. Que los estadounidenses hayan sido capaces de votar por un cambio histórico podría ser una señal de que el panorama financiero global mejorará, no inmediatamente, ya que el batacazo ha sido importante, pero sí cuando pasen las complicaciones de 2010, como pronostican los expertos. Soy opimista porque, entre otros, Islandia, adalid muy a su desgracia de esa quiebra de algunos de los fundamentos del capitalismo, saldrá del pozo. Ahora lo sé.

El martes tuve la oportunidad de vivir de cerca el desarrollo de las elecciones, de las que todo el mundo estaba pendiente, y el buen sabor de boca todavía perdura en el ambiente. Al volver del trabajo, cogí el autobús en el centro de Madrid y tuve la sensación de estar viviendo un momento histórico, tal vez uno de los más importantes de mi aún corta carrera.

Quien llevaba el autobús en aquel día frío era una mujer. Además, durante mi trayecto, se subió sólo un hombre. Era negro y fue cuando pensé que tal vez él era el más consciente de que las cosas ya han empezado a dar un giro. Tal vez, y no sólo en España, las ideas estaban y están cambiando. Tal vez quede hueco todavía para el optimismo.

Soy consciente del desánimo que se respira ahora en Islandia, donde casi nadie ha logrado escaparse de la tremenda caída de la economía. Estar tan arriba y verse de la noche a la mañana tan abajo no debe de ser fácil de asimilar. El paro, el recorte de personal y de la jornada laboral son el día a día de los islandeses, y alguno de ellos hasta siente vergüenza de lo que ha ocurrido, mientras que hace sólo unos meses sentía orgullo al saber que Islandia era el mejor país para vivir. Yo aún siento orgullo. Todavía no he perdido la confianza en que aquella isla a la que estoy tan ligada volverá a dar ejemplo al mundo.

~ por Alda Ólafsson en 9 noviembre, 2008.

Una respuesta to “El mensaje de Obama”

  1. Bueno, la verdad de cambio como poco, viendo de la gente que se ha rodeado, y de su misma trayectoria, bastante dentro del estableshiment. Me parece curioso que pienses que un negro que no conoces y solo viste subirse a un autobus, sea más «conciente» que cualquier otra persona. ¿No es un involuntario racismo a la inversa? Y también hay que evaluar cuan real es la crisis, o cuanto ha sido «provocada» por los capitales financieros y la especulación; quienes son los que paradojicamente reciben los mayores alivios. De otro lado me parece que la caída financiera de Islandia es una oportunidad para que ese país vuelva a sus actividades tradicionales, como la pesca por ejemplo.

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